Los invernaderos son estructuras que permiten el cultivo de productos frescos (como fruta, vegetales, flores, etc.) en cantidad, calidad y periodos de tiempo que de otra matera sería imposible cultivarlos en el exterior.
El invernadero está separado del exterior por una cubierta transparente que permite el paso de la luz solar y ofrece un amplio rango de ventajas para el agricultor:
- Protección física de fenómenos atmosféricos: viento, lluvia, granizo, nieve, etc.
- Protección frente a las agresiones de los animales, sean grandes o pequeños, ya que no permite que entren en contacto con los cultivos.
- Los pesticidas son mucho más eficientes al ser utilizados en un entorno cerrado.
- Permite mantener un clima interior diferente del exterior, de tal manera, que se mejoren las condiciones climatológicas de los cultivos.
- Protección frente a la lluvia, y mantenimiento de las condiciones de riego y fertilización.
- Permiten realizar labores y llevar a cabo la plantación de los cultivos en cualquier época del año.
De acuerdo con las condiciones ambientales naturales y el tipo de necesidades de los cultivos y agricultores, los invernaderos ofrecen diferentes soluciones técnicas para diversas situaciones. Por ejemplo, las regiones tropicales suelen tener más invernaderos cuya función principal es la de proporcionar una protección física (proteger las plantas del viento, de la lluvia, de enfermedades y plagas).
Este tipo de invernaderos son estructuras generalmente sencillas y económicas que constan de una cubierta de plástico con aberturas de ventilación y sin necesidad de mantenimiento o control alguno.
Suelen utilizarse en regiones donde los inviernos suelen ser fríos y con nieves, como Europa, Canada y EEUU, o en zonas donde donde son los inviernos muy fríos y los veranos muy calurosos, como China y algunas partes de Rusia.
Otro tipo de invernaderos permiten asegurar las cosechas de todo el año requiere el uso de sistemas tecnológicos complejos y sofisticados, que suelen hacer las instalación más caras. Estos sistemas son: sistemas de calefacción que consumen grandes cantidades de combustible en el invierno, sistemas de refrigeración que consumen agua y electricidad, sistemas de monitoreo, etc.